viernes, 20 de marzo de 2009

CRONICAS DE UN CRONISTA

Tony Avila en la Cuatricentenaria Universidad De America San Marcos
Lima Peru Marzo 2009

Por: Amalia Rojas Mirabal

Si es posible fotografiar con música la realidad cubana de estos tiempos, abramos el álbum de Tony. Ese negrito autodidacta que desde muy joven escribe versos musicalizados, aparece modestamente - y cada día más - sobre los escenarios de reconocidos trovadores de la isla. ¿Qué hace allí? ¿Cómo llegó? ¿Dónde reencontrarlo?

Como dijera Guillermo Rodríguez Rivera, Tony es un cronista por excelencia, alcanzable tanto por los sectores intelectuales más exigentes como por el pueblo sencillo y directo. Entre su repertorio encontramos todo tipo de géneros musicales: la guaracha, el sucu-sucu, el son, la canción, el reggae, el bossanova. Una de sus grandes habilidades en la escena, además de la percusión, de la cual es hijo y amante, es la improvisación fluida y natural, que le da a sus coros un toque peculiar y arrebatador para el público. ¡La gente no quiere sentarse!

¡Ay, Mariano!, ¡Ay, Mariano!
Mariano, tú eres mi hermano pero se te fue la mano…

Algo extraño me sucede cuando escucho a Tony, lo mismo si viene solo o con su grupo “Con clave”. La espalda se me eriza, pienso, bailo, me río mucho, me enamoro, repito un estribillo… él está ahí diciendo lo que hay que oír, lo que necesitamos oír.

Fue del mundo de “los más” que salieron “los de menos”,
que por dentro llevan menos y afuera precisan más.
No es mejor quien tenga menos, pero no es casualidad
que los que viven con menos lleven dentro mucho más.

En Cuba abundan los buenos trovadores y los grandes soneros. La vieja, la nueva y la novísima trova tienen representantes muy genuinos cuyas canciones se escuchan y cantan en diversos lugares del mundo. Pero si existe un puente entre los tiempos, una fusión rara, difícil de conseguir en la alquimia de la lírica y el humor, un lazo entre Sindo Garay y Silvio Rodríguez, ese es Tony Ávila.

TONY AVILA UN TROVADOR QUE CUENTA Y CANTA


Antonio Ávila Bacas, “Tony Ávila”



Tony Ávila, nacido en La Habana el 13 de agosto de 1970, vive en Cárdenas, provincia de Matanzas.

Comienza su quehacer cultural vinculado a los movimientos estudiantiles de aficionados, donde es reconocido con premios y menciones. Desde 1997 es miembro de la Asociación Hermanos Saíz, una asociación que agrupa a los jóvenes artistas cubanos de probado compromiso con el arte. Es participante activo del proyecto cultural cardenense La suerte de los cangrejos.

En 1998 funda el cuarteto Agua tibia y en 2002 el quinteto Con clave, con el que alcanza la categoría de Excelencia Artística que otorga el Instituto Cubano de la Música. Es seleccionada su obra como proyecto nacional en el 2003, en el VII Encuentro Nacional de Trovadores Longina.

Ha participado en varios festivales de trova y compartido la escena con trovadores como Gerardo Alfonso, Frank Delgado, Raúl Torres, Pepe Ordás, Rita del Prado, Leonardo García, Eduardo Sosa y Ángel Quintero. También con el sexteto Ignacio Piñeiro, Los muñequitos de Matanzas, el grupo Juego de manos, entre otros.

Participó en el III Festival Cultural de Música Cubana efectuado en Londres y representó a Cuba en Venezuela a finales del 2004 como parte de la brigada artística encabezada por Pancho Amat.

Incluido en el disco Antología de Jóvenes Trovadores Desde el umbral, en 2003. Grabó en 2004 su disco A primera vista con su grupo Con clave, y luego han seguido producciones grupales como Agua del Cielo e individuales como Credenciales y Tiene que haber de to'.